Un día escuché a una niña gritándole a sus papás
¡Déjenme es mi vida!,
y la niña salió de su hogar,
sus padres preocupados la fueron a buscar.
Cuando la niña volvió a su casa muchas personas estaban en el hogar,
ella no entendía lo que pasaba,
una de sus vecinas se acercó y le dijo tus padres tuvieron un accidente cuando te fueron a buscar.
La niña gritaba ¡perdonenme!,
pero era demasiado tarde, ellos ya no la podían escuchar.
Valora lo que tienes antes que la vida te enseñe a valorar.
Comentarios